Metformina es un agente hipoglucemiante del grupo biguanida (dimetilbiguanida). El mecanismo de acción está asociado con su capacidad para suprimir la gluconeogénesis, así como la formación de ácidos grasos libres y la oxidación de grasas. Aumenta la sensibilidad de los receptores periféricos a la utilización de insulina y glucosa por parte de las células. La metformina no afecta la cantidad de insulina en la sangre, pero cambia su farmacodinámica al reducir la proporción de insulina unida a la libre y aumentar la proporción de insulina a proinsulina.
La metformina estimula la síntesis de glucógeno al actuar sobre la glucógeno sintetasa. Aumenta la capacidad de transporte de todo tipo de transportadores de glucosa de membrana. Retrasa la absorción de glucosa en el intestino.
Reduce los triglicéridos, LDL, VLDL. La metformina mejora las propiedades fibrinolíticas de la sangre al inhibir el inhibidor del activador del plasminógeno de tipo tisular.
La metformina reduce la hiperglucemia sin provocar hipoglucemia. A diferencia de los derivados de sulfonilurea, no estimula la secreción de insulina y no tiene un efecto hipoglucemiante en individuos sanos. Aumenta la sensibilidad de los receptores periféricos a la utilización de insulina y glucosa por parte de las células. Inhibe la gluconeogénesis en el hígado, retrasa la absorción de carbohidratos en el intestino.
Estimula la síntesis de glucógeno activando la glucógeno sintasa. Aumenta la capacidad de transporte de todo tipo de transportadores de glucosa de membrana. Además, tiene un efecto beneficioso sobre el metabolismo de los lípidos: reduce el contenido de colesterol total, lipoproteínas de baja densidad y triglicéridos. Mientras toma metformina, el peso corporal del paciente permanece estable o disminuye moderadamente.
Mientras toma metformina, el peso corporal del paciente permanece estable o disminuye moderadamente.
Indicaciones
Diabetes mellitus tipo 2 (no insulinodependiente) con dieta y ejercicio ineficaces en pacientes obesos.
En adultos, como monoterapia o en combinación con otros agentes hipoglucemiantes orales o con insulina.
En niños de 10 años en adelante, como monoterapia o en combinación con insulina.